Las rupturas son difíciles, pero se complican aun más cuando hay hijos involucrados. Uno de los momentos más duros dentro del proceso de separación es cuando les toca informarles a los hijos que se están divorciando. Aquí algunos puntos a tomar en cuenta al prepararte para este momento:
- Háblenlo juntos: A pesar de lo irónico que puede parecer, el hecho de que sean ambos padres los que les expliquen a los niños lo que está pasando, les dará una sensación de seguridad. Para esto, preparen para lo que van a decir, no lo improvisen jamás, especialmente si la relación y la comunicación está muy dañada. Pónganse de acuerdo en el discurso que darán (casi que cada palabra, porque es
un momento muy emocional), en que dirá cada quien, dónde y cuándo hacerlo y, en caso de tener varios hijos de distintas edades, cómo se lo explicarán a cada uno dependiendo de las edades, tomando en cuenta que incluso los niños más pequeños merecen que les expliquen lo que está pasando con su familia (solo que no con mucho tiempo de distancia entre «sesión y sesión», para no correr el riesgo de que los niños se informen unos a otros). Si es muy pequeño, pueden ayudarse de muñecos, dibujos o un cuento inventado por ustedes para explicarle que uno de sus padres no vivirá más en casa, pero lo vendrá a ver con frecuencia.
- Evitar las sorpresasdurante esta época de cambio: una de las aspectos más duros durante este proceso es todos los cambios que implica la decisión en la vida del niño. El cambio en este caso es inevitable, pero si es importante evitar lo más posible las sorpresas. La sensación de que la vida no solo cambia sino que no sabes que esperar, es muy desestabilizadora emocionalmente. Es importante que sean capaces de explicarle con el mayor lujo de detalles al niño como será su vida de ahora en delante, que día verá a su padre (o al progenitor con el que no vivirá), en que horario y que esto se cumpla, así como cualquier otro cambio de cuidador, domicilio, colegio que vaya a sufrir su rutina.
- Libérenlo de responsabilidades: Los niños tienen una mente muy fantasiosa y se dan las explicaciones que pueden ante los eventos que no comprenden. Por ejemplo, si repentinamente su padre deja de vivir en casa y no vuelve, un niño de 2 años puede pensar que porque él olvidó la lonchera en el kínder, su papá se fue. Esto no solo impone una carga y una responsabilidad desproporcionadamente grande a un niño, sino que le da la esperanza de que él puede hacer algo para revertir el proceso de separación de sus padres. Explíquenle claramente que la separación es una decisión tomada por los adultos, que no tiene nada que ver con él. Que seguirán siendo sus padres y lo amarán igual.
- Acompáñelo en su proceso: Este será seguramente un tiempo especialmente duro para toda la familia. Asegurate de darle tiempo extra a tus hijos y ayudalos a expresar lo que sienten, preguntándoles directamente como llevan todo este proceso. Asimismo, está atenta a los síntomas típicos de este período: cambios en su conducta, problemas en la escuela, expresiones de ira, regreso a conductas que ya habían superado (se vuelven a hacer pipí, se niega a comer sólidos, etc.) y todo tipo de artimañas para llamar tu atención. Con un poco de paciencia, amor y comprensión del proceso por el que están pasando, todo volverá a la normalidad con el tiempo. Si no pasa, acudí a un profesional por ayuda.
Finalmente, acordate que los niños son resilientes, es decir, son capaces de sobreponerse a períodos dolorosos emocionalmente e incluso resultar fortalecido por los mismos.