Eyaculación Precoz

La eyaculación precoz (EP) esla disfunción sexual masculina más común. Según las estadísticas tanto como el 75% de los hombres la sufrirá en algún momento de su vida y el 29% de ellos la padece normalmente en  algún grado.

La eyaculación precoz  es la falta de control sobre la eyaculación y se considera un problema cuando:

• Uno o ambos miembros de la pareja considera la rapidez de la eyaculación un problema.
• Cuando la eyaculación ocurre antes o inmediatamente después  de la penetración.
• Si se necesitan utilizar técnicas molestas o desagradables para demorar la eyaculación a lo largo de la relación sexual.

El diagnóstico de eyaculación precoz no tiene nada que ver con el tiempo que tarda la persona en eyacular, porque cada pareja tiene una idea diferente lo que constituye “alcanzar el orgasmo demasiado rápido” –para algunos, dos minutos es suficiente y para otros diez minutos es demasiado pronto.

Esta falta de control se da porque el hombre no percibe claramente o no reconoce las sensaciones previas al orgasmo, lo cual, a su vez lo priva de la capacidad de regular o controlar este  proceso. En consecuencia la eyaculación se da automáticamente cuando se alcanza el umbral fisiológico de excitación, tomando a todos por sorpresa.

La causa exacta de la EP es todavía desconocida, pero sabemos que una serie de factores psicológicos y biológicos interactúan para crear y mantener el problema.

Factores psicológicos: Aún cuando los hombres tienden a subestimar la relación que existe entre su bienestar emocional y sexo satisfactorio, la eyaculación precoz tiene predominantemente causas psicológicas y emocionales.

Por muchos años se ha sostenido que la eyaculación precoz es resultado de que los hombres, durante sus primeras experiencias con la masturbación, aprenden a apresurar el clímax por el temor a ser descubiertos o por sentimientos de culpa relacionados a la sexualidad. Este patrón es difícil de desaprender luego en la vida, cuando estamos compartiendo con una pareja.

Otros factores psicológicos que pueden incidir en el desarrollo de EP son:

• Disfunción eréctil: los hombres que están preocupados por conseguir o mantener una erección pueden desarrollar un patrón en el que aligeran el llegar al orgasmo por miedo a que la erección se pierda en cualquier momento.
• Ansiedad y estrés:relacionada o no a la actividad sexual, puede causar casos  aislados de EP al interferir en la habilidad de relajarse  y enfocarse durante los encuentros sexuales, lo cual reduce la posibilidad de darse cuenta que tan cerca se está del clímax. Más aun, se puede  fomentar un círculo vicioso en el que la ansiedad y el estrés  que provoca la premonición de terminar demasiado rápido, hace que la premonición se cumpla, creando más ansiedad y estrés, perpetuando el problema.
• Problemas en la relación: la ansiedad  y los resentimientos dentro de la pareja dificultan poder alcanzar un óptimo nivel de conexión e intimidad durante la relación sexual.  Además, las relaciones poco saludables tienden a manejar mal los incidentes aislados de eyaculación precoz (el incidente lleva a discusiones, burla o recriminación) lo cual puede dar lugar a más ansiedad, miedo y resentimientos, alimentando el problema.

La EP es una de las disfunciones sexuales que más complicaciones en la relación de pareja genera. Por una parte, la mujer tiende a sentirse “usada” por su pareja porque entiende erróneamente que sólo él está experimentando placer. Por otro lado, el hombre que la padece se siente frustrado, avergonzado por no poder controlar su eyaculación e igualmente insatisfecho por no poder dar placer a su pareja.

Adicionalmente, puede traer problemas de fertilidad, especialmente si el hombre eyacula regularmente antes de lograr la penetración.

Factores biológicos: es más probable que un caso de EP tenga una causa biológica si ha sido un problema desde el inicio de la vida sexual y sucede incluso durante la masturbación.

La eyaculación precoz puede ser consecuencia de:

• Anormalidades en los niveles de algunas hormonas (en especial testosterona) o neurotransmisores (en la mayoría de los casos serotonina)
• Inflamación o infección de la próstata o la uretra

Factores hereditarios: muchos individuos que sufren EP tienen un padre o hermano con el mismo padecimiento.

A pesar de la mezcla de factores que puedan estar causando y manteniendo  esta disfunción, el tratamiento existe y es efectivo, especialmente si se sigue bajo la supervisión de un profesional.  El primer paso es tomar conciencia e informarnos sobre lo que nos pasa. Ahora solo falta tomar acción. Busque la ayuda que necesita.

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