Me ofenden los programas de televisión donde los personajes, por cualquier razón, asisten al sexólogo. Me ofende porque le dan la impresión a los espectadores que ir al sexólogo es horrible y que implica una plática incomodísima seguida de una serie de ejercicios o tareas que tienen que ver explícitamente con el acto sexual, como que la función de un sexólogo fuera enseñar a la gente a tener sexo. Este es el primer mito, el mito profesional.
El otro mito, más cómico y alejado de la realidad es el creer que el sexólogo es un gurú del sexo, en la práctica también. Como en la mayoría de los campos de la psicología, la enorme mayoría de los sexólogos somos sexólogas. En mi clase de maestría, de 35 personas, sólo habían tres varones. Esto supone a veces un problema. A mí no me ha pasado personalmente, pero entre las colegas se comentaban dos extremos: el que sus parejas a veces esperaban algo extraordinario o el hecho de que muchos hombres se sentían amedrentados por el título. Una amiga y colega se dio por vencida y cuando un chico le gustaba le decía que era peluquera J para evitarse malos ratos o explicaciones.
Lo peor de todo es cuando te piden “tips” y peor aún si vienen seguidos de la frase “para reavivar la llama de la pasión”. Este es el tercer mito, que en el sexo hay “tips”. En el sexo no hay “tips”, primero porque a cada persona es un mundo y a cada quien le gusta algo diferente y por tanto lo único que funciona es la comunicación (ya con esa respuesta decepciono a varios, pero no hay de otra) y segundo porque el sexo es lo más sutil que existe, aunque hayamos tratado de convertirlo en lo más burdo y algo que se puede resumir en las posiciones del kamasutra. Ni el kamasutra se redujo a las posiciones, las posiciones fueron lo de menos. El sexo es muchísimo más que eso.
Entonces, aclaro, un sexólogo es un profesional que ayuda a personas a superar las dificultades que les impiden tener una vida sexual satisfactoria (satisfactoria para ellos) y esas dificultades pocas veces tienen que ver con posiciones, orgasmos múltiples o “tips”.