Algunos de los mitos más comunes con respecto al placer y orgasmo femeninos son:
· Para masturbarse, la mujer ha de introducir objetos en su vagina: la vagina tiene sensibilidad sólo en el primer tercio, el resto de la vagina no tiene sensibilidad propiamente dicha. El introducir objetos en la vagina no produce orgasmos femeninos.
Para masturbarse hasta conseguir un orgasmo, es necesario estimular el clítoris, el cual se encuentra fuera de la vagina.
· El orgasmo femenino se ha de alcanzar con la penetración: La penetración es una de las formas menos efectivas para generar un orgasmo femenino. Según las estadísticas, sólo el 25% de las mujeres logran llegar al orgasmo vía penetración de manera regular. Como explicaba en el punto anterior, la mayoría de las mujeres necesita estimulación directa del clítoris (con masturbación o sexo oral) para alcanzar el orgasmo.
Parece un sinsentido que la manera en que nos reproducimos (penetración vaginal), objetivo evolutivo de la aparición del sexo, sea tan eficiente generando placer y orgasmo en el hombre y tan poco en la mujer. Y lo es. En el resto de los animales, el clítoris cumple su función evolutiva (dar placer sexual a la hembra para que busque repetir la interacción sexual) al estar dentro de la vagina. En el caso de los seres humanos, hemos sufrido un cambio anatómico único en el reino animal: caminamos erguidos. Hay otros animales que pueden caminar en dos patas, pero no erguidos (rectos). Para poder hacer esto, la pelvis sufrió modificaciones importantes a través de la evolución y como consecuencia el clítoris salió fuera de la vagina.
· Se sabe que una mujer tuvo un orgasmo porque grita: La proliferación de la pornografía, gracias a internet y el hecho que cada vez la edad de inicio de consumo de pornografía es menor (11 años en promedio) ha establecido la creencia de que el orgasmo incluye gritos o gemidos. Es importante entender que la pornografía es ficción y que las personas que actúan en ella, son actores. Como tal, hacen lo que tengan que hacer para vender o dramatizar una fantasía. En las películas pornográficas las mujeres gritan por que se mira bien en cámara y provee un estímulo al que está consumiendo el producto. A pesar que algunas mujeres tienen la necesidad de emitir sonidos al momento del orgasmo en diferentes intensidades, otras no y ambas cosas son normales.