El estrés, particularmente el estrés laboral, es una causa común de roces y conflictos en las relaciones de pareja. Esto sucede cuando:
- No le doy a cada aspecto su lugar: Todos tenemos las mismas 24 horas. Nosotros repartimos éste tiempo dependiendo de nuestras prioridades. Hay cosas que son obligatorias y el resto, tenemos que decidir en qué gastarlo. Dependiendo de qué tan eficiente y responsablemente estamos administrando ese tiempo, el tiempo nos da o no nos da para lo que es realmente importante. Entonces hay que decidir dependiendo de los papeles que tengo en la vida (esposa, madre, hija, hermana, trabajadora o empresaria, amiga, estudiante, practicante de yoga, etc.) a qué le voy a dedicar cuánto tiempo.
El problema inicia porque nos relacionamos con el tiempo como que éste fuera infinito y empezamos a desperdiciarlo en distracciones. En este sentido tengo que decidir qué distracciones voy a cortar (facebook, twitter, chismorreo, chat, juegos de video, etc.) y cómo voy a hacer para cortarlas y mantenerlas a raya.
- Tiempo de calidad: A veces pensamos que tenemos que invertir un montón de tiempo con la pareja y los hijos. En este sentido, lo importante no es la cantidad, pero la calidad del tiempo que pasemos. De nada sirve que yo llegue a la casa a las 5 y me vaya directo a encerrar a ver TV y pretendiendo que nadie me moleste. Eso es equivalente o peor a no estar. ¿Cómo voy a asegurarme yo que el poco tiempo que tengo para estar con mi pareja y mis hijos sea verdaderamente de calidad?
- Nuestras expectativas no son las mismas: Empezamos porque tener expectativas no solo es incorrecto, sino que me condena a la desilusión. ¿Cuántas veces se cumplen nuestras expectativas? Muy pocas. Lo que uno puede tener son aspiraciones, es decir, lo que yo voy a hacer para que el resultado de lo que hago sea el que quiero. Expectativas distintas significa conflicto si no logramos ponernos de acuerdo en el tiempo que le vamos a dedicar a la familia y a qué va a contar con tiempo en familia y qué no.
- Con respecto a la relación tiempo/dinero: No es una regla, pero si una tendencia que si trabajo menos, gano menos. ¿Estoy dispuesto a vivir diferente? ¿Qué estoy dispuesto a dejar ir o a perder? O estoy dispuesto a bajar mi estatus de vida o mi carga de trabajo. No se pueden ambas cosas, la mayoría de las veces.
- Con respecto a la distribución de tareas en el hogar: Nos vamos a poner de acuerdo en tener roles tradicionales en casa, o por el contrario, roles no tradicionales. En el caso de los roles no tradicionales, donde ambos trabajamos, ¿cómo vamos a distribuirnos las responsabilidades, las cargas y las tareas?
Cuando los dos trabajan intensamente, la tendencia es que haya sobrecarga en la mujer porque trabajo a la par tuya pero además me toca estar pendiente, aunque sea mentalmente y a nivel de responsabilidad, del super, de la casa, de los chavalos, del jardinero, de las deudas, del pago de las tarjetas. Aunque no lo haga yo y tengo ayuda en casa, pero está en mi mente y es mi responsabilidad y mi carga y no de la otra persona. Este es uno de los aspectos principales para la disminución del deseo sexual en la mujer, el agobio cotidiano.