Incluso si se está soltero, hay sexo que es mejor no tener y hay atracciones sexuales que es mejor no seguir o alimentar por las consecuencias catastróficas que pueden traer no sólo para mí sino para otros posibles involucrados.
Algunos ejemplos, en los que muy comúnmente se caen son:
Tu ex: a veces, cuando la razón de la ruptura no fue el mal sexo, puede ser que la atracción sexual esté ahí todavía. Y comprendo perfectamente que puede parecer la opción más sencilla porque ya se conocen y lo que vas a obtener está (supuestamente) garantizado. Pero a veces lo sencillo sale caro y esta es una de esas.
Este es un sexo que es mejor no tener por dos razones básicas:
- Puede significar cosas diferentes para ambos: Puede que esto cree confusión en la otra persona “si me está buscando es porque me quiere y quiere que volvamos”, mientras que para la otra persona no es más que sexo fácil.
- No va a ser igual: puede ser lo que andés buscando era esa conexión emocional, ese condimento que sólo le puede dar el amor al sexo. Sin embargo, después de una ruptura, por la ruptura perse o por todas las cosas que sucedieron que causaron la ruptura, puede ser que ese amor ya no esté y la experiencia entonces sea decepcionante.
Si de todos modos deciden hacerlo, entonces necesitan recordar porque fue que se dio la ruptura inicialmente, ser sinceros con lo que esto significa para cada uno de Uds. y esperar el mayor tiempo posible para que las cosas se enfríen. Mientras más tiempo pase, uno más perspectiva tiene y es menos probable que se confundan sentimientos.
En cualquier caso, lo más sensato, siempre es alejarse después de la ruptura, tanto física como emocional y sexualmente.
L@s ex de tus amistades: En este caso, cualquier relación que no sea de amistad puede ser considerada traición. Es más, si la ruptura fue fea, incluso una amistad es terreno escabroso.
Si ves que en verdad vale la pena intentarlo, entonces lo mejor es hablar de frente con tu amig@ a tiempo (no cuando ya todo esté consumado o casi) acerca de lo que está pasando ya que actuar a sus espaldas sería imperdonable, si es en verdad un amigo.
Hablar civilizada y sinceramente y tener el visto bueno de tu amig@ sería lo ideal. Si esto no es posible, entonces toca poner en la balanza que pesa más para vos (la amistad o una relación recién estrenada) y actuar en consecuencia.
Tu mejor amig@: en ocasiones puede llegarse a confundir la cercanía, confianza e intimidad que se tiene con un amigo muy cercano con otra cosa (¿amor? ¿Atracción sexual?) aunque realmente la mayoría de veces un mejor amigo es más como un hermano que como un amante.
Generalmente cuando nos dejamos llevar por esta confusión, las cosas salen (muuuuy) mal en este escenario, porque la relación tiende a arruinarse. Ya sea porque de pronto le insinuamos algo a un amigo que en verdad no quería nada y se crea una situación incómoda para ambos o porque llegaron a algo más y una de las personas espera otra cosa de lo que pasó o porque toman la “brillante” decisión de probar ser “amigos con derechos”, que nunca es lo mismo que ser sólo amigos porque uno espera cosas distintas de un amigo que de un amante.
Hay muchos más ejemplos (lo más obvio, el trabajo), pero eso será en otra ocasión.