Naturalmente, los niveles de testosterona son más altos en la mañana y por lo tanto, es el mejor momento para tener sexo. Para muchas personas, incluyéndote, este es el momento en que naturalmente tienen más deseo sexual. Menos naturalmente, también es el momento en que hay que levantarse como locos a alistarse, correr con los niños, luchando a diario para llegar a tiempo al colegio y al trabajo. Salís corriendo por la puerta de la casa a enfrentarte al mundo…y de pronto otro día se les fue.
Tu pareja, por su parte, parece no haberse enterado, porque, como siempre, tiene ganas en la noche. Te busca pero vos, estas exhausta de todo el día de actividades y roles varios: madre, trabajadora, maestra, taxista. Ya no te da para el rol de amante. Otro día en que los dos se quedan con las ganas.
Las diferencias en horarios sexuales es uno de los factores que más pueden impedir a dos personas que se quieren y se desean, el poder concretar sus intensiones de tener sexo con su pareja.
La mayoría de los profesionales y “profesionales” recomiendan tener un horario o cita sexual, es decir, un día y hora ya planificados y puestos en agenda para tener sexo. En lo personal, a mi eso me parece una aberración. No es como que, porque ese día “me toca”, voy a tener ganas. No somos aparato electrónico que con sólo programar un día nos vamos a “encender” solos. Si a vos te funciona lo de programarlo, genial. Si no, aquí tengo algunas sugerencias:
- Abrirse a nuevas opciones: a veces, hay más que dos opciones, pero como estamos encerrados en las dos que conocemos, no vemos más allá. ¿Les podría funcionar tener sexo al medio día? ¿podrían levantarse media hora más temprano? ¿podría acostar a los niños más temprano? ¿podrían tener sexo nomás llegan del trabajo? ¿podrían escaparse a media tarde a un hotel? ¿podrías despertar a tu pareja a las 3 de la mañana sin riesgo de daño físico? Solo doy algunas ideas, pero cada pareja conoce sus circunstancias y es trabajo de ustedes encontrar un momento en el que encontrarse.
- Darle a la vida sexual la importancia que tiene: a veces, por más que lo piensen, no lograran encontrar un momento en que pudieran encontrarse. Si ese es el caso, no queda más que forzar las circunstancias y HACER el tiempo. Esta vida moderna está llena de demandas. Todo y todos demandan nuestro tiempo. Sin embargo, al darle a la vida sexual la importancia que merece, logramos hacer a un lado todas esas demandas y dedicarnos un tiempo de calidad a nosotros y nuestra relación.
- Mantener la perspectiva: a veces, cuando nos enfrentamos a un problema, tendemos a perder la perspectiva. Cada pareja sabrá el tiempo que les toma hacer el amor, pero la relación sexual promedio dura 14 minutos (¡juegos eróticos incluidos!). Es menos problemático encontrar tiempo para hacer el amor, si tomamos en cuenta que no nos toma horas hacerlo. Después de todo, ¿quién no tiene 14 minutos? El secreto es que ese tiempo (cualquiera que sea), sea de calidad y nos sean satisfactorios tanto física como emocionalmente.
- Aprender a hacer extra esfuerzo: así como en el colegio estabas dispuesta a desvelarte o levantarte más temprano para terminar el trabajo importante que tenías que entregar, así podrías, de vez en cuando, hacer algunos sacrificios para encontrar espacio para el sexo. A veces, aunque estés un poco cansada, podés dejarte seducir por tu esposo que tiene ganas en la noche. A veces, podrías despertarte un poco más temprano y seducir a tu esposo con tus ganas mañaneras.
Al final, lo importante es estar pendiente de las oportunidades, buscar la ocasión y no permitir que la rutina, el trabajo, los hijos y las obligaciones consuman un tiempo que debe ser para ustedes.