¿Cómo es una relación saludable?

Siempre estoy hablando de “mantener saludable la relación”, pero, ¿qué es eso? ¿Cómo identificamos que vamos bien? Pues bien, aclaro, una relación saludable es aquella en la que sus miembros:

• Son felices y están libres de estrés: Las relaciones saludables tiene más momentos buenos que malos y en general, la relación potencia el bienestar que sus miembros ya sentían estando solos. Adicionalmente, los miembros de la pareja se apoyan mutuamente, promueven recíprocamente su crecimiento personal y son fuente de amor el uno del otro y esto tiende a hacer que  la vida sea más llevadera y por tanto, menos estresante.
• Son realistas y flexibles: Las personas dentro de una relación saludable no esperan ni la perfección actual ni la inmovilidad a largo plazo. Es decir, que están claros que las relaciones perfectas no existen, que todas tienen problemas, pero consiguen solventar sus problemas y diferencias de manera que ambos quedan satisfechos con la solución. De igual manera, cuando las soluciones dejan de ser cómodas, logran encontrar otras más acordes y adaptarse a los cambios y vivirlos de la mejor manera posible, aceptando que tanto la relación como sus miembros cambian y evolucionan con el tiempo.

• Comparten y se comunican: Comparten sus pertenencias, pero –más importante aún– comparten sus vivencias, emociones, anhelos, proyectos, responsabilidades y problemas, de manera que ninguno de los dos se sienta abrumado, explotado, apartado o tratado injustamente. Asimismo, consiguen comunicar sus necesidades, emociones y expectativas, pero–más importante aún– son capaces de escuchar al otro sin juzgarlo, imponerle puntos de vista y sin adjudicarle  al otro sentimientos, motivos, intensiones o pensamientos  que no haya expresado directamente.
• Cuidan de sí mismos: Los miembros de una relación saludable no necesitan del otro, aún así deciden estar juntos. Son capaces de satisfacer sus necesidades (afectivas, sexuales, materiales, intelectuales, etc.) y son responsables de su propio bienestar. Así, son capaces de compartir su vida con el otro pero sin abrumarlo con la responsabilidad sobre las necesidades de otro ser humano.
• Se pelean de manera justa: es decir que no usan el sarcasmo, la burla o la ofensa. Son capaces de admitir sus errores, ver el punto de vista del otro, encontrar soluciones satisfactorias para ambos, se mantienen afectuosos y hasta usan el sentido del humor durante la discusión. Tienen la habilidad de discutir de tal manera que ninguno de los dos gana sino que gana su relación como tal.

Las relaciones son un poco como bailar: es más fácil solo, pero es más divertido acompañado. Las relaciones perfectas no existen pero si logramos mantenerlas saludables, la vida en pareja vale muchísimo el esfuerzo.  Si la suya dista mucho de lo que describo, y no logran encaminarla en este sentido solos, busquen ayuda profesional.

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