Con el tiempo, nuestros cuerpos y nuestras mentes van madurando y envejeciendo, y una de las primeras áreas que sufre los embates del tiempo es nuestra sexualidad. Sin embargo, a pesar que la frecuencia (el deseo sexual tiende a disminuir un poco y el período refractario se hace más largo) o la habilidad para funcionar sexualmente (falta de lubricación, disfunción eréctil) generalmente disminuye modestamente mientras las personas experimentan los cambios fisiológicos normales que acompañan el envejecimiento, la mayoría de los hombres y mujeres entre las edades de 50 a 80 años reportan estar interesados en el sexo y la intimidad. ¿Cómo lo hacen? Aquí algunas de los secretos para mantener una vida sexual hasta el final:
- Evolucionar: Hay que ir aceptando nuestras limitaciones físicas y ampliando nuestra idea de sexualidad mientras nuestro cuerpo y facultades van cambiando. La sexualidad va evolucionando con el tiempo, hay un aprendizaje y las facultades físicas ya no son las mismas y por tanto no podemos esperar hacer lo mismo que cuando teníamos 18 años a los 65.
Hablando en términos generales, la sexualidad va evolucionando de ser un acto enfocado en la penetración a un acto más estelarizado por otras actividades sexuales como las aproximaciones físicas, caricias, ratos de intimidad emocional, de complicidad, relaciones de compañía o masturbaciones.
- Conservar una buena salud general: Muchas enfermedades (sobre todo las que afectan el sistema circulatorio, el nervioso y la diabetes) tienen efectos negativos sobre el deseo y el desempeño sexual. Asimismo, muchas medicinas tienen efectos secundarios que tienen un impacto negativo sobre la sexualidad.
Por tanto, mientras más saludables nos mantengamos y menos medicamentos tomemos, tendremos mayores probabilidades de mantener una vida activa por más tiempo.
- Tener una actitud positiva y mantener vivo el interés: Como en cualquier otro momento de la vida, hay que darse cuenta que el mantener la buena vida sexual, variada y de calidad no viene por arte de magia, muy por el contrario, requiere preparación, comunicación, voluntad, cuidado y esfuerzo.
Especialmente en esta nueva etapa, las personas deben estar dispuestas a tratar cosas nuevas o diferentes, evitando estar sujetos a una sola opción o idea de lo que constituye o no buen sexo, teniendo muy claro que el objetivo es estar juntos, disfrutar de nuestros cuerpos y expresarnos afecto, no lograr una penetración.
Al final de cuentas, la piel, las manos y la lengua nunca nos deja de funcionar. Así, con un poco de actitud positiva y cuidado de nuestro cuerpo, podemos disfrutar de nuestro cuerpo y el de nuestra pareja hasta que la muerte nos separe.