Como comentaba en el artículo “El músculo del placer”, los ejercicios Kegel nos ayudan a mantener la salud y la tonificación en toda nuestra zona pélvica.
Uno de los períodos de la vida de la mujer donde los ejercicios Kegel hacen una diferencia más notable es durante el embarazo y el parto. Esto porque es el momento cuando el suelo pélvico o musculo pubocoxígeo (o músculo PC) sufre más tensión y trauma.
Durante el embarazo porque todo el peso del bebe se asienta sobre el suelo pélvico y genera una tensión extra sobre el mismo y durante el parto porque como consecuencia del propio mecanismo del parto, la distensión que provoca el paso de un bebé por dicha musculatura puede provocar molestias y complicaciones.
Al trabajar el suelo pélvico y fortalecer el musculo PC, los ejercicios Kegel durante el embarazo ayudan a prevenir:
- La incontinencia urinaria, que afecta al 30% de las embarazadas. Las pérdidas de orina en el embarazo son provocadas por la presión que el bebe ya desarrollado ejerce sobre la vejiga. En el periodo de postparto estas pérdidas se deben a que el suelo pélvico queda debilitado por el embarazo y el parto.
- Las hemorroides, dolencia que afecta al 50% de las mujeres embarazadas, ya que el ejercicio se centra en la circulación del área rectal.
Además, durante el parto:
- Disminuye el dolor ocasionado al pujar, ya que los músculos están más acostumbrados al trabajo y el momento del parto resulta menos traumático.
- Se producen menos desgarros y es posible evitar una episiotomía, ya que fortalece el periné.
- Incluso en el caso de episiotomía, ayuda a curar más rápido la herida.
En la fase de postparto, los ejercicios de Kegel son esenciales para tonificar los músculos vaginales y volver a una vida sexual normal tras el parto.
Todas las instrucciones sobre cómo hacer los ejercicios Kegel aquí
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