En los últimos 30 años, el orgasmo femenino se ha vuelto el nuevo “objetivo a cumplir” de la sexualidad. Irónicamente, es más una meta masculina que femenina. Para el hombre moderno, el éxito como amantes ya no se reduce únicamente al número de conquistas que tengan, ahora además ellas tienen que disfrutar del sexo.
Y bueno, se nos cumplió el deseo de que nuestras parejas se preocupen por nuestro placer. El único problema es que se tiene la expectativa de que el orgasmo se obtenga mediante la penetración y sólo 1 de cada 4 mujeres es capaz de tener un orgasmo de ésta manera, el resto de las mortales necesitan estimulación directa sobre el clítoris, ya sea con sexo oral o con masturbación. Sencillamente, para la inmensa mayoría de las mujeres, el pene no estimula lo importante: el clítoris.
Uso la palabra capaz porque cada mujer nace siendo capaz de experimentar cierto tipo de orgasmo con cierta clase de estimulación y cada una es diferente. Lo que tenemos que descubrir, es cuales son las llaves para nuestro goce y hasta dónde puede llegar éste placer.
Así, que en nuestra primera relación sexual no pudiéramos tener un orgasmo, no significa que seamos anorgásmicas. Tampoco el hecho de que no podamos tener orgasmo durante la penetración con un amante, implica que nunca vamos a poder tener orgasmo en otro momento o con otra persona. De hecho, hay seis factores que nos pueden facilitar experimentar el orgasmo durante la penetración:
1. La estimulación erótica que tengamos anterior a la penetración: Todo este juego erótico nos relaja y nos deja abiertas al placer, con la suficiente lubricación para evitar que la incomodidad o el dolor durante la penetración arruine el placer y además de provocar que el clítoris aumente su tamaño, haciendo más fácil su estimulación.
2. Que tan complementarios seamos anatómicamente: Anatómicamente, lo que más influye en que una pareja pueda conseguir el orgasmo femenino durante el coito es que tanto sobresalgan sus huesos púbicos (aunque suene extraño y de lo más anti-sexy) y hay diferencias sutiles en cada persona. Éstos se tocan más en algunas parejas que en otras y esto facilita la estimulación de la raíz del clítoris durante la relación sexual.
Como podemos ver en lailustración, el clítoris por dentro se extiende unos 7 centímetros. Lo que vemos externamente es sólo la «puntita». Así como no estimularíamos un pene tocando sólo la «puntita», así el clítoris necesita que estimulemos su raíz también. Ésta raíz se extiende desde la puntita del clítoris (lo que vemos externamente) hasta el punto donde se unen los labios mayores y luego bajan por los mismos. Se estimula durante el coito aplicando presión al área (juntando los huesos púbicos) para que junto con el movimiento adecuado, se logre el mismo efecto que cuando se estimula un pene natural (no circuncidado) en el que la piel sobre el pene sube y baja sobre la cabeza y el tronco del pene estimulándolo.
3. El movimiento más recomendable: si él está arriba, es que él este sostenido con sus brazos extendidos, con la cadera lo más bajo posible, haciendo la mayor cantidad posible de presión en la raíz del clítoris (como en la ilustración) y se debe mover todo el cuerpo de forma oscilante para permitir no sólo la estimulación del clítoris, sino el movimiento de adentro a afuera típico de la penetración. En este sentido, la mayoría de los hombres han aprendido a mover las caderas de arriba a abajo durante la penetración porque éste movimiento hace la penetración más fácil, permite más rapidez y es menos cansado, pero no es efectivo a la hora de producir orgasmo en la mujer.
Otra opción es que la mujer, a pesar de estar abajo, sea lo más activa posible, empujando su cadera lo más alto posible, intentando rozarse contra su pareja lo más que pueda.
4. La posición: es mucho más fácil si la mujer está arriba, porque así puede controlar el movimiento, que tan rápido o lento se mueve y la presión con la que requiere ser estimulada.
5. La constancia: En el caso de las mujeres el camino el orgasmo requiere constancia, es decir, que cuando una mujer encuentra la posición, el movimiento, la presión y el ritmo que provoca en ella esta tensión cada vez más intensa que anuncia la proximidad del orgasmo, es importante mantener constante esta estimulación. Nada de ponerse creativos, ni de cambiar de posición ni de ritmo o de presión. En caso contrario la tensión se pierde y hay que empezar a construirla de nuevo.
6. La conexión emocional que tengamos con esa persona. Recordemos que el mayor órgano sexual es el cerebro. La conexión emocional que tengamos con una persona altera la química cerebral y las investigaciones científicas han comprobado que facilitan la respuesta orgásmica. Esto no quiere decir que el hecho de que nunca hayas experimentado orgasmo con tu pareja implica que no te conectás emocionalmente o no lo querés, pero si refuerza la importancia de la buena relación de pareja en la vida sexual.
A pesar de todas estas recomendaciones, las posibilidades de que seas parte de ese 75% de mujeres que sencillamente no fueron hechas para éste tipo de orgasmo, es bastante alta. Y si fueras del resto de afortunadas, tratando de forzar una clase de orgasmo, nunca te darás cuenta, ya que no hay mejor manera de hacer un orgasmo inalcanzable que éste tipo de presión. Mientras más lo deseés y más te presionés para alcanzarlo, menos podrás entregarte y perderte en el placer que experimentás y menos lo conseguirás. Es el típico caso en el que, por estar preocupada del placerque podrías tener, dejás de disfrutar el placer que estas teniendo.
Acordate que el sexo es para disfrutarlo, es un juego y que el placer es incompatible con las obligaciones y las presiones de cualquier tipo. Así que relajate y disfrutá.
2 respuestas a «Todo es mejor sin presión»
Me gusto mucho! personalmente me identifiqué con muchas cosas, yo siempre me pregunto por qué es tan dificil??? jajaja y es que realmente tratamos de ponerle tanto empeño que a veces nos olvidamos de disfrutar! gracias por los consejos 😉
Doctora lei su articulo sobre el orgasmo femenino es muy interesante.. Gracias.